Esta carta es para todas aquellas mujeres que son madres, a pesar de ser también mujeres trabajadoras, amas de casa, con emprendimientos, negocios o estudios por finalizar.
Vamos, las que buscan y luchan por la conciliación laboral hasta el cansancio, porque no quieren renunciar a sus carreras profesionales, pero tampoco a ver crecer a sus hijos.
Ser madre no es fácil y conlleva muchas renuncias o posponer tus proyectos profesionales y laborales para dedicarte a cuidar, proteger y educar a esas personitas que estuvieron dentro de ti por nueve meses, o no.
Las que pariste con dolor e ilusión. Las que te robaron o te roban el sueño, pero te hacen soñar y desplegar amor cada día.
Ser madre a veces implica que vayas a una entrevista de trabajo y en lugar de enfocarse en tus habilidades, solo resalten que eres madre y que no tendrás mucho tiempo. Sobre todo si eres madre de tres o cuatro hijos.
Ser madre podría considerarse la máxima manifestación de amor en la que mantener tu identidad de mujer, de profesional, de esposa… a pesar de madre es un desafío que no te queda grande.
Ser madre es a veces intentar ser una superwoman y darte cuenta de que no te da la vida para llegar a todo, que vas sin aire y con prisas, que tus hijos te digan que se les acabó el boli azul y aún no hayas podido ir a comprarlo.
Ser madre es verte la misma película infantil 10 veces y aun así disfrutarla y sobre todo disfrutar como les sorprende la misma película como si la vieran por primera vez.
Ser madre es vivir intensamente cada detalle que la vida te regala porque tus hijos son una lección permanente de que no hay regalo más hermoso que la vida misma.
Ser madre es amar u odiar los cumpleaños infantiles, pero sentir felicidad de verlos correr, jugar, comer…
Ser madre es volver a jugar y cantar como si tu niña interior fuese la mejor compañía de tus peques.
Ser madre es darle seguridad a tus hijos de que tendrán tu apoyo, tu abrazo y tu calor de madre para toda la vida.
Ser madre es irte de fiesta con tu marido o con tus amigas sintiéndote más o menos mal porque dejaste a tus peques con la canguro o con los abuelos. Pero, lo haces porque sabes que te viene bien desconectar para volver a estar otra vez en tu 100%.
Ser madre es sacar tiempo para cuidarte y sentirte la mamá más linda y perfecta sobre la faz de la tierra, porque para tus hijos lo eres.
Para todas las mamás que no saben cómo lo hacen, pero sacan tiempo para cultivar su belleza y cuidar y mantener la calidad de la piel de sus rostros.
Tenemos este tratamiento “fotorejuvenecimiento con higiene facial”. Completa el formulario para programar tu cita.
Te esperamos.
P.D.: porque quieras o no, no hay mayor sensación de poder que la de formar un cuerpo humano dentro de ti: un cerebro, un corazón, unos pulmones… vamos, la persona o las personas que hoy están frente a ti y te dicen, “Feliz día mamá”. (Nos disculpamos por no darle el mismo protagonismo a los hombres y sus espermatozoides, también determinantes en este proceso de crear vida humana).