Procedimiento
Tras delimitar la zona a tratar con cavitación (abdomen, piernas, glúteos, etc.), se aplica un gel para desplazar con un aplicador de forma circular. Durante cada sesión, se percibe una sensación de succión no dolorosa.
Cada sesión tiene una duración aproximada de unos 20 – 40 minutos y a continuación se pueden aplicar otras técnicas de drenaje, presoterapia o masajes para favorecer la eliminación de las células grasas y evitar que se reabsorban nuevamente.
Para lograr unos resultados óptimos se recomiendan entre 6 y 12 sesiones, dependiendo de las necesidades de cada paciente, una vez por semana.
La cavitación es un tratamiento novedoso que cuenta con numerosos beneficios, como por ejemplo, que tu piel recupere el aspecto joven y sano. A continuación, destacamos otros de sus beneficios:
- Mejora la circulación sanguínea.
- Elimina toxinas y líquidos cuando se combina con el drenaje linfático.
- Aumenta el tono y la elasticidad de los tejidos, es decir, tonifica los músculos.
- Ayuda a regular el tránsito intestinal.
- Elimina celulitis y la piel de naranja.
- Mejora la elasticidad y el aspecto de la piel.
- Activa la producción de colágeno.